El reloj suena, tiene sus agujas
mostrándome que soy presa de su tiempo;
el reloj suena y tus brazos se acercan;
el reloj suena y tú sigues tumbado en la cama tras una larga noche de
besos en la espalda.
Somos presos del tiempo, pero hoy seré yo la que encierre
al tiempo, voy a parar al reloj que marca la hora de partida, voy a suspirar un
rato y voy a ir a por ti. Pienso recorrer todos los lunares de tu espalda y
unirlos cual mapa de estrellas, voy a sacarte a bailar un rato por esta
habitación –sin pisotones por favor- y voy a acabar con todo lo que nos separó.
Túmbate y espera, que tu premio llega. Te susurraré las palabras más bonitas
que nunca nadie haya articulado, recorreré a besos cada parte de tu cuerpo,
soñaremos despiertos.
Hoy no te escapas, este día es nuestro.
*Be